Dirección: Curtis Bernhardt.
Intérpretes: Stewart Granger, Elizabeth Taylor, Peter Ustinov, Robert Morley.
Con guión de Karl Tunberg (“Ben-Hur”).
Sinopsis
Inglaterra, siglo XIX.
El capitán George Bryan Brummell (Stewart Granger) muestra su osadía al reprochar en público al Príncipe de Gales (Peter Ustinov).
Más tarde, entre ambos surge una estrecha amistad que convierte a Brummell en el principal consejero del futuro monarca Jorge IV.
Crítica
El capitán Brummell, llamado “Beau” por su elegancia y mimo en peinado y ropajes, fue biografiado en esta cinta de la Metro producida por Sam Zimbalist, el mismo supervisor de películas como “Ben-Hur”, “Las Minas del Rey Salomón” o “Quo Vadis”.
El guión de Karl Tunberg adaptaba una obra teatral de Clyde Fitch.
La historia centra su interés en la relación entre el célebre dandy (caracterizado de forma convincente por Stewart Granger) y el orondo Príncipe de Gales (interpretado de forma óptima por el gran Peter Ustinov), un vínculo que permite abordar asuntos de carácter estético, social y político.
Con el aspecto amoroso se luce la belleza de Elizabeth Taylor y poco más. Se podría eliminar tal vínculo y no pasaría nada, ya que lo que importa es la amistad y las conversaciones entre los personajes de Granger y Ustinov.
La interpretación de Robert Morley en el papel de rey enloquecido es breve pero intensa, Noel Willman encarna al escritor Lord Byron, y James Hayter, como Mortimer, es el ejemplo máximo de la fidelidad en la asistencia personal.
El acto final es un tanto apresurado, pero antes son destacables textos muy brillantes en un intercambio ingenioso de diálogos, la magnífica ambientación que recrea con estilo el período decimonónico, y el lujoso vestuario (no podía ser de otra forma en una biografía de Beau Brummell) creado por Elizabeth Haffenden.
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