Dirección: Mike Newell.
Intérpretes: Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint, Robbie Coltrane.
Es el cuarto curso en Hogwarts de Harry Potter (Daniel Radcliffe), quien tendrá la responsabilidad de competir contra otros magos en el Torneo Triwizard representado a su escuela de magia.
Cuarta entrega del mago niñ… adolescente británico (ya con la testosterona a flor de piel), quien se ve inmerso, sin comerlo ni beberlo, como combatiente en una especie de insulsos minijuegos olímpicos, llevados a la gran pantalla por Mike Newell (“Cuatro bodas y un funeral”) sin el arrebato épico necesario ni el poder sensitivo que se le supone ante el suntuoso derroche en el aspecto de producción.
Además, al margen de los ya conocidos protagonistas, aparecen implicados nuevos personajes sin entidad en un desarrollo aventurero-fantástico apático, episódico y parco en emociones de un mínimo calado, animado de manera dispersa con trazos humorísticos por parte de algún que otro secundario, como los hermanos Phelps.
La película termina por resultar indiferente y en ciertos momentos desesperante por su carencia de profundidad, con interpretaciones histriónicas (en especial los adultos) que poco hacen para otorgar autenticidad a sus personajes, una estética nada particular que no vivifica los sentidos, unos apuntes de comedia en base a ligazones amorosas entre tipologías estereotipadas escasamente dibujadas y explotadas (en especial los componentes de las otras escuelas de magia), y una historia follonera pero artificiosa y sin chicha, carente de introducción, con exceso de palabrería y una narrativa sin desapego de otros autores mejor dotados para la acción-aventura y la fantasía heróica.
Prorrogando, tras los primeros títulos, asuntos como la amistad o el valor dentro del enfrentamiento entre el bien y el mal, e intentando -sin conseguir nada especial- adoptar una gradación macabra con diversa imaginería y oscuridades varias, “Harry Potter y el Cáliz de Fuego (Harry Potter and the Goblet of Fire)” resulta confusa en ocasiones y con una manifestación apagada en las escenas de acción y aventura, paradas efectistas obligatorias dentro de un conjunto que parece estar sometido a una base principal de comedia romántica de conflicto-amoroso infantil, con ligazón entre los caracteres participantes ( y anexos) en una competición que recibe un tratamiento insípido y predecible, más preocupado (encima de manera inocentona) Newell en las efervescentes hormonas sexuales de sus jóvenes protagonistas que en otra cosa… Por lo menos Miranda Richardson intenta otorgar alguna vidilla con sus apariciones caricaturescas y exageradas.
Fichas En AlohaCriticón
Mike Newell
Daniel Radcliffe
Emma Watson
Rupert Grint
Alan Rickman
Gary Oldman
Maggie Smith
Ralph Fiennes
Brendan Gleeson
Robert Pattinson>
La cuarta entrega de las magníficas vivencias del joven mago Harry Potter, esta vez después de Chris Columbus en la primera y segunda entrega, así como Alfonso Cuarón en la dirección de la tercera película; en esta ocasión le corresponde al director británico Mike Newell, que ha dado seguimiento a filmes tales como “La sonrisa de Mona Lisa” o “Cuatro bodas y un funeral”, es el encargado de dirigir esta obra cinematográfica titulada “Harry Potter y el cáliz de fuego”, basada en la compleja y excelsa obra literaria de J. K. Rowling, escritora de la exitosa saga de este joven mago, que sin duda alguna pone un nuevo reto a cada director que se atreva a adaptar alguna de sus obras maestras.
Si bien los tres filmes anteriores todos y cada uno con una diferente óptica, ya fuese un tratado familiar o tétrico, fueron buenos a grandes rasgos, más sin embargo estos productos de adaptación nunca se han podido empalmar con las magníficas obras literarias, lo cual hasta cierto punto es muy razonable y aceptable, puesto que cada libro contiene una complejidad que la cinematografía como tal no puede adaptar, manteniéndose la literatura en un estrato superior a la cinematografía, puesto que cada fuente tiene sus propias virtudes y defectos, es en este momento en el que el director y el guionista de la cuarta película de esta saga, son los responsables de intentar empalmar lo que es el arte de la lectura y escritura, con la fotografía y filmación.
Cuando visionamos este producto debemos preguntarnos si es acaso una buena adaptación y después de esto podremos juzgarlo ampliamente. Producto que sin duda alguna contiene un fatuo trabajo por parte del guionista Steve Kloves (el mismo guionista de las tres entregas anteriores), que se ha dado a la tarea de adaptar un promedio de 635 páginas de un libro que contiene grandes secretos, detalles, guiños y una gran gama de pormenores que tarde o temprano tomarán una parte esencial en la historia de este joven, datos que no llegamos a ver en la película, explicaciones que esperábamos ver y escuchar, más sin embargo nos encontramos ante un trabajo loable, un intento estrepitoso y una adaptación diezmada, logrando que esto sea su principal desliz.
El filme que con grandes aspavientos y contradicciones se ha quedado en un segundo plano, más sin embargo debemos entrar en razón y preguntarnos ¿Qué se debe hacer con una obra literaria tan extensa y bien estructurada? ¿Cómo se debe adaptar?, difícil es la respuesta y he de decir que nadie la sabe, puesto que el producto que llegamos a apreciar en las salas de cine no es la respuesta que esperábamos (esto hablando en una generalidad), han convertido este relato en algo lineal, carente de emociones, suposiciones, engaños y misterios, le han desmenuzado, arrebatado el encanto, el glamour y lo luctuoso, apenas podemos degustar de algunas escenas cuando estas mismas no son arrebatadas.
Es difícil ver a este producto desde una óptica optimista, pues aunque sabemos la dificultad de hacer un guión para tres horas sobre un libro de tal magnitud era importante agregarle aquel encanto que contiene dicho libro.
Sin contar los innumerables errores y las imperdonables omisiones que se dan en el transcurso de la historia, lo cual representará un problema muy notorio para el siguiente director que sin duda alguna deberá tapar los huecos que ha dejado este producto.
Otro error notorio son las malas adaptaciones de los personajes, sin duda alguna Mike Newell es un director respetado y exitoso, pero será mejor que regrese a su usual estilo de trabajo, puesto que su dirección de actores poco nos ha ayudado en esta ocasión, será el caso más notorio de Michael Gambon, actor respetado y con unas habilidades histriónicas muy bien desarrolladas, más sin embargo nunca podrá encarnar al director del colegio de “Hogwarts”, personaje de complejos matices, carácter sublime y líder como ningún otro, Albus Dumbledore que desgraciadamente ha fallecido con el actor Richard Harris, el único Dumbledore que ha existido y existirá en el cine, este personaje sigue vivo en los libros de la autora, pero en la vida real no, nunca nadie podrá interpretar este papel con tal magnificencia y esplendor como lo fue Richard Harris. Mientras tanto tenemos un fallo notorio al desperdiciar a personalidades como Gary Oldman, Alan Rickman y Maggie Smith, así como convertir a los personajes Ron y Hermione en personalidades grises y superfluas, siendo todo lo contrario en la historia original. Ralph Fiennes ha llegado a hacer un muy aceptable trabajo pero sin grandes aspavientos de grandeza; y sobre el aclamadísimo Daniel Radcliffe, nos es difícil creer que es un niño de 14 años según el filme, este joven se ha desarrollado de forma perspicaz y ha logrado fama en poco tiempo, sin embargo está creciendo notoriamente, convirtiéndose en un joven, dejando atrás la imagen del niño enternecedor, esto es bueno, puesto que la misma autora va cambiando las actitudes de su personaje, pero es apropiado preguntarnos cuanto tiempo ha de tardar antes que este actor se convierta en un completo sex-symbol.
Conforme a la estética muchos rasgos son más que adecuados, escenarios y montajes bien hechos, vestuarios que tal vez no sean muy sorprendentes y efectos especiales concretos y otros que pudieron haber brindado más de sí.
La música aceptable, pero no se distingue con mucha demasía en el transcurso del filme, es recomendable deleitar nuestros oídos comprando el soundtrack, aunque dicha pista musical no esté tan bien hecha como lo han sido las partituras de John Williams, en este caso el encargado de la banda sonora es el señor Patrick Doyle, cuyo trabajo se ha hecho presente en los filmes “Gosford Park” o “Las chicas del calendario”, con matices contemporáneos, pero no cabe duda que estas producciones de Harry Potter nos tienen acostumbrados a otro tipo de música.
Para culminar es preciso mencionar que el cine nunca podrá sustituir a la literatura y viceversa, son fuentes distintas, cada una con sus características específicas, en este caso a mi perspectiva este filme esta hecho exclusivamente para los fans que ya hallan leído el libro, los cuales podrán conectar las escenas y complementarlas también, así como saber que es lo que en verdad pasó; mientras tanto yo como fan, espectador y crítico de cine, no estoy satisfecho.
Lucio Rogelio Avila Moreno
Diíicil tarea la de llevar el cuarto libro del niño Potter a la gran pantalla
debido sobre todo a la complejidad de sus tramas y sub-tramas y la
psicología de los personajes. Esto hace que la posibilidad de ver una
película-potter bien realizada y estructurada se convierta en una mera
quimera de la que ningun fan minimamente interesado en el personaje debería
salir satisfecho. “El cáliz de fuego” no es una excepción y a lo largo del
metraje se abusa de los efectos especiales y visuales en cantidades
industriales siendo toda la cinta un auntentico bombardeo de artificio
digital. Por encima los niños (bien entrados ya en la edad del pavo) no nos
dejan unas actuaciones precisamente alagadoras, llenas de lagunas,
superficiales y ñoñas. El guión no tiene ninguna consistencia ni interés y
quien no haya leído el libro no se enterará de la misa a la media, esto es
sobre todo perceptible al final. Una pelicula para niños que traguen lo que
les echen con nula calidad narrativa, prescindible y olvidable. Un producto
clasico del decandente Hollywood del siglo XXI.
Truck
Parece ser que a aquellos que se sintieron muy complacidos con las
anteriores entregas cinematográficas de esta saga (especialmente la
tercera), esta última les ha decepcionado, si no del todo, casi. Y resulta
que a el autor de estas líneas, que no se quedó del todo contento con las
otras películas, ésta le ha parecido la mejor de todas…
Pongamos primero las cosas en su sitio. La mejor de todas, sí… pero no en
todo. Mike Newell ha dado una visión muy poco personal del que es sin duda
el mejor libro de la serie. “Harry Potter y el Cáliz de Fuego”, carece de la
personalidad y la lírica de las que estaba dotada su predecesora. Es mucho
más “académica”, más en la línea de lo que fueron las de Columbus, pero al
partir de un argumento mucho mejor, queda por encima de éstas. Cierto es que
sigue habiendo imágenes sugerentes, pero de forma aislada. Newell cumple con
bastante oficio, pero no se deja de notar que es un trabajo de encargo.
Muestra de ello son los primeros veinte minutos: los peores de toda la saga
sin duda alguna. A Newell (y también al guionista y a los responsables del
montaje) parece no importarle condensar unas 200 páginas del libro
atropellando escenas, haciendo saltos sin sentido y provocando que el
respetable tema lo peor. Por suerte, una vez que empieza en serio el asunto,
el montaje se arregla y no vuelve a caer. Incluso es bastante acertado que
el guión no intente meter todo, sino que se centre en los puntos principales
de la historia, siendo solo éstos los que se nos cuentan. Ello permite que
las escenas sean todo lo largas que deben ser, y que por tanto estén
bastante bien llevadas. La historia no se resiente, pero, eso sí, hace
perder a la película muchos puntos respecto al libro y perjudica la
aparición de ciertos personajes (como el de la periodista Rita Skeeter),
pero eso es algo que, a menos que se hagan varias películas por libro, será
prácticamente inevitable a partir de ahora.
En cuanto a los personajes, ninguno presenta una evolución notable ni se
sobrepone en importancia (como ocurría en El prisionero de Azkaban), pero
debido a que casi todos ya nos son conocidos, no se echa mucho de menos.
Daniel Radcliffe, Ruper Grint y Emma Watson mantinen su buen hacer (¡con un
doblaje bueno por fin!), el personaje de Malfoy sigue perdiendo energía,
Alan Rickman sigue estando estupendo aunque su personaje sea esta vez casi
anecdótico, Brendan Glesson realiza un estupendo trabajo, Ralph Fiennes
promete para próximas entregas y el resto, sin ser destacables, cumple sin
estridencias.
Técnicamente no hay nada que reprochar. Los decorados, amibientación,
vestuario, bso, etc…siguen estando a la altura; y los efectos especiales,
sin ser nada del otro mundo, no están nada mal. El problema es que Newell no
ha logrado dar a la historia toda la oscuridad que requería. Cierto es que
es siniestra, pero es algo se lo concede más la historia que su traslación.
Si se hubiera seguido más la línea de Cuarón en este aspecto, todo el
conjunto habría sido aún mejor. No obstante, la escena del dragón, la del
laberinto y su posterior resolución resultan muy convincentes (la del lago
se queda algo por debajo).
En lo que sí que ha mejorado la saga es en la introducción de mucho más
humor. No es que la historia lo requiriera (al contrario), pero es que está
tan bien manejado que convierte la larga parte donde se concentra (la escena
del baile), en la mejor de la película, donde salen a la luz los emergentes
problemas de la adolescencia y sus avatares, un elemento insinuado en el
film anterior, y bien continuado en ésta (esperemos que siga así).
Resumiendo, quitando la primera media hora, “El cáliz de fuego” es la mejor
película de la serie porque concentra las virtudes de Columbus y de Cuarón
(aunque debía haberles hecho aún más caso a estas últimas), y si bien no se
diferencia demasiado del resto, sí consigue hacerle justicia al libro más
complejo y apasionante de la serie, que por tanto era el más difícil de
adaptar. Ni que decir tiene que aún así se queda lejos.
Wishi
Fichas En ElCriticón-AlohaCriticón