Dirección: Sidney Lumet.
Intérpretes: Rod Steiger, Jaime Sánchez, Geraldine Fitzgerald, Juano Hernández.

Con guión de Morton Fine (“Hot Summer Night”) y David Friedkin (“Handle With Care”).

Sinopsis

Sol Nazerman (Rod Steiger), judío que ha sobrevivido al Holocausto, tiene en la ciudad de Nueva York una tienda de empeños en la que trabaja Jesús Ortiz (Jaime Sánchez).
Nazerman parece frío, impasible, atormentado por los recuerdos de un campo de concentración y la muerte de su mujer e hijos.

Crítica




Sidney Lumet adaptó una novela de Edward Lewis Vallant para filmar este drama psicológico que muestra los traumas de un hombre condicionado de por vida por ser víctima del holocausto nazi.

Tras una introducción en cámara lenta en feliz tiempo pasado, Rod Steiger, en un papel memorable, deambula taciturno por la ciudad de Nueva York convertida, en un reflejo de su vivencia, en el campo de concentración que le atormenta: rejas en su negocio, con sombras muchas veces reflejadas en su cara; altas vallas metálicas; vagones de metro llenos de gente; corredores monótonos de edificios… agitado su ánimo con los sonidos jazz de Quincy Jones y acentuado por la fotografía en blanco y negro.

La apatía e indiferencia vital de Steiger/Nazerman es aparente, ya que su rabia y misantropía se manifiestan brusca, secamente, transformando su laconismo en provocación que elude cualquier tipo de acercamiento afectivo, destacando los tensos diálogos que mantiene con Geraldine Fitzgerald y Jaime Sánchez.




La trama reúne personajes solitarios, alienados, buscavidas… en un entorno propicio al descreimiento, a la apatía; un mundo urbano corrupto, amargo, expuesto en ocasiones como un docudrama.

Aunque notable, la película subraya demasiado la atmósfera, redundando efectos en flashback con ráfagas de recuerdos golpeando el presente, y algunas acciones de conflicto son previsibles, lo que mengua el dramatismo de las mismas.
No obstante, se trata de un film de mérito, con una interpretación central magnífica.