Dirección: Maggie Betts.
Intérpretes: Jamie Foxx, Tommy Lee Jones, Mamoudou Athie, Alan Ruck.
Con guión de Maggie Betts (“Novitiate”) y Doug Wright (“Quills”).
Sinopsis
Estados Unidos, año 1995.
Willie Gary (Jamie Foxx), un peculiar abogado de Florida, es contratado por Jeremiah O’Keefe (Tommy Lee Jones) para demandar a una gran empresa, propiedad de Raymond Loewen (Bill Camp), que no ha cumplido un contrato de compra de pequeñas funerarias en Mississippi con el objetivo de provocar una quiebra.
Crítica
Drama judicial con toques de comedia inspirado por una historia real. Plantea una lucha de David contra Goliat en busca de dignidad, una batalla por una relación contractual que cruza elementos religiosos, económicos, sociales y, sobre todo, raciales.
Lo mejor de la película son los personajes protagonistas de Willie Gary (Jamie Foxx), un abogado excesivo con buena oratorio que se enfrenta por primera vez a un caso que puede perder; y Jeremiah O’Keefe (Tommy Lee Jones), hombre honrado, honorable, que lleva toda su vida trabajando, propietario de varias funerarias, expuesto a una posible ruina por culpa de una gran empresa.
Los dos personajes están bien construidos e interpretados, con algunos secundarios también con personalidad y relevancia. Esos dos protagonistas son muy diferentes pero ambos tienen carisma, son luchadores que no se rinden ni se dejan pisotear a pesar de tener todo en contra.
Con la parte del juicio, aunque resulte paradójico, la película pierde interés, ya que resulta un tanto manipuladora y demagógica. Las motivaciones y argumentos son esquemáticos, simples, poco creíbles, para tocar el ánimo del espectador. Las cuestiones técnicas y jurídicas se someten a cuitas personales y del pasado.
No obstante, tiene buenos mensajes, contada casi a modo de fábula y con dos personajes protagonistas bien definidos.
La película se conoce también como:
“Enterrando Una Ambición”
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