Dirección: David Yates.
Intérpretes: Emily Blunt, Chris Evans, Andy Garcia, Catherine O’Hara.
Con guión de Wells Tower.
Sinopsis
Liza Drake (Emily Blunt), madre soltera de una adolescente enferma (Chloe Coleman), trabaja en un club de striptease de Florida. En el local conoce a Pete Brenner (Chris Evans), quien le ofrece un trabajo.
Más tarde, Liza, que vivía en el garaje de la casa de su hermana, se traslada a un motel tras discutir con su hermana y, desesperada, llama a Brenner, quien termina contratándola como visitadora médica para Zanna, una empresa farmacéutica en crisis dirigida por Jack Neel (Andy Garcia).
Liza logra el éxito con un fármaco contra el dolor oncológico que terminan recetando muchos médicos tras conformar un variopinto equipo de visitadores.
Los beneficios de Zanna se disparan, con Liza escalando puestos en el organigrama de la empresa.
Crítica
Drama farmacéutico y criminal con toques de sátira en su presentación. Se basa en hechos reales, tratando el tema de la prescripción y adicción a fármacos a base de opiáceos.
La trama gira en torno a Liza Drake, interpretada de forma convincente por Emily Blunt. Es un personaje que nos acompaña por todos los puntos de inflexión de la trama, pasando de la necesidad a la ambición, codicia, arrepentimiento y redención.
La película cuenta la historia de éxito, corrupción y caída de una empresa farmacéutica y de las personas que crearon una tragedia en torno al dolor ajeno, a la enfermedad.
Esa historia se narra de forma superficial, con momentos, como los vividos por Andy Garcia y Chris Evans, excéntricos y forzados.
La subtrama de Liza y su hija es la parte sensible del film, cercana a la comedia satírica en su comienzo pero evolucionando al melodrama.
El ritmo es adecuado pero al guión le faltan situaciones de relevancia, resultando esquemático, con tramos un tanto confusos, cambios de rumbo drásticos en personajes de explicación mínima que se amoldan a los caprichos del guión.
La película, con un reparto destacado, es más disfrutable cuando aborda los entresijos de las farmacéuticas en aspecto denuncia, aunque el tratamiento sea más bien plano y rutinario. Se debería profundizar más en el dolor de las víctimas o con un enfoque más mordaz.
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