• Por Antonio Méndez

the-national-laugh-track-review-critica-2023Crítica

El mismo año de “First To Pages Of Frankenstein”, los National volvieron a las tiendas de discos con “Laugh Track”, otro álbum menor lleno de tonadas lentas soft rock con maneras de cantautor abatido, melancólico.

Se abre con “Alphabet City”, una historia de búsqueda amorosa. Romanticismo atmosférico en tempo lento con alguna influencia post-punk. Es emocional, repetitiva, confesional, con mucho sintetizador y arreglos de cuerda. No es de lo peor del disco.

El corte con más ritmo es “Deep End (Paul’s In Pieces)”, destacando la percusión de Bryan Devendorff en un medio tiempo de instrumentación denso que podrían grabar los Interpol.




the-national-laugh-track-criticasJustin Vernon (Bon Iver) colabora vocalmente en “Weird Goodbyes”, canción con caja de ritmos y Matt Berninger con voz grave abatida, frágil. Cópula entre Tindersticks y U2.
El disco a estas alturas ya suena a formulismo.

Arpegios acústicos en la intro de “Turn Off The House”, ritmo agitado y estampas caseras con imágenes de ventanas abiertas, camas sin hacer, personas con su cabeza en bolsas de papel… Logros atmosféricos a pesar del exceso de reiteración en motivos.




“Dreaming”, sin exagerar tampoco en su valía, es uno de los mejores cortes del álbum. Sueños y esperanzas… todo se hará realidad. El registro varía poco pero el estribillo es pegadizo y tiene pretensiones de instrumentación envolvente, entre Wilco y The Cure.

Phoebe Bridgers, cantante folk, colabora con The National en “Laugh Track”, la canción que titula el LP. Risas para cambiar de escenario, de ambiente, para mejorar la vida en pareja, fuera discusiones, en una balada indiferente, con expresión crooner, estilo Lambchop o los citados Tindersticks imitando a Lee Hazlewood con Nancy Sinatra.



Más temas lentos con “Space Invader”, siete minutos de un tema bastante aburrido.

“Hornets” tampoco aviva el álbum, con toques country y similar tono lastimero, monótono.

“Coat On A Hook” es otro lamento baladero. Ahora sobre desprecio, sobre abandono… no me dejes aquí en esta fiesta como un abrigo en el colgador… La reiteración de recursos impide que transmita algo de emoción.

En “Tour Manager”, seguimos son pesares oscuros, ahora requiriéndole ayuda a una tal Alice en una composición simple que no trasciende.




Rosanne Cash, la cantante country hija de Johnny Cash, colabora en “Crumble”, sentimiento de derrumbe psicológico que tiene mejor desarrollo melódico que el grueso del álbum, siempre en una fórmula FM sin riesgos y aparente altura lírica.

Terminan el disco con “Smoke Detector”, pieza de ocho minutos que se sale de la rutina del LP con un notable remedo post-punk con fraseos, atmósfera de romance obsesivo –surreal e intensa sinergia instrumental.

Puntuación

AlohaCriticón:
Usuarios:
[Total:1    Promedio:3/5]

Tú también puedes votar. Desliza el ratón por las estrellas verdes para dejar tu puntuación

Te puede interesar