En un parque de Estocolmo ha desaparecido un niño llamado Ossian, hijo de Fredrik y Josefin, un hecho parece que vinculado a otra desaparición previa, la de una niña de nombre Lilly.
La inspectora de policía Mina Daviri investiga un caso que le volverá a conectar con el mentalista Vincent Walder.
Crítica
Segunda novela después de “El Mentalista” que co-escriben Camilla Läckberg y Henrik Fexeus.
Posee los mismos defectos que el anterior y flojo libro de los autores.
La historia se hace larguísima, desmesurada, con muchos personajes y muchos asuntos en torno a esos personajes, sobre todo aspectos traumáticos, problemas con hijos, con madres…
Más de la mitad de las páginas no aportan nada a lo sustancial, con una “secta” (la del título) con presuntos seguidores de la filosofía epicúrea.
La intriga es tan predecible como rocambolesca, utilizando el ajedrez y la matemática como excusas de “intelecto” deductivo, y la venganza final como presunta sorpresa para ligar los crímenes.