Dirección: Tanya Wexler.
Intérpretes: Kate Beckinsale, Jai Courtney, Stanley Tucci, Bobby Cannavale.
Con guión de Scott Wascha.
Sinopsis
Desde niña, Lindy Lewis (Kate Beckinsale) ha sufrido un trastorno que le impide el control y que provoca respuestas violentas con asiduidad ante cualquier estímulo. A la par, el elevado cortisol de su cuerpo, le otorga una fuerza física fuera de lo común.
Para intentar tratar su trastorno, Lindy acude junto al doctor Munchin (Stanley Tucci), a quien le revela que ha encontrado por fin una pareja que puede llevar con normalidad, un contable llamado Justin (Jai Courtney).
Todo parece ir bien para Lindy hasta que recibe la noticia de que Justin ha sido asesinado. En ese momento decide vengarse y descubrir quién ha sido el responsable de su muerte.
Crítica
Película de antiheroína con poderes descontrolados y un ataque de ira con respuestas violentas. Esas características le impiden relacionarse con normalidad con los demás.
Kate Beckinsale interpreta a la protagonista como Lindy Lewis.
En la primera media hora de la historia, donde nos cuentan los problemas de su raro trastorno y el curioso método ideado por el psiquiatra doctor Munchin (Stanley Tucci) para controlarlo (a base de descargas eléctricas), la situación resulta creíble.
Sin embargo, cuando empieza la acción, el film se fuerza y pierde esa credibilidad inicial, transformándose en una película de acción desbocada y de venganza, encadenando situaciones entre violentas y cómicas de peleas.
El tono es ligero pero oscuro, mezclando acción, violencia y humor negro.
Kate Beckinsale está correcta en su papel de chica dura, sexy, que consigue despertar en el espectador una cierta simpatía por su personaje.
Como secundarios destaca la presencia de Stanley Tucci en el papel del psiquiatra de la protagonista, y la de los agentes de policía Vicars (Bobby Cannavale) y Nevin (Laverne Cox) en papeles de secundarios cómicos, con un cameo final de Susan Sarandon.
Se utiliza la violencia con ironía, en tono de parodia en los pensamientos violentos. Se recurre con frecuencia a este recurso mostrándonos los pensamientos agresivos de la protagonista.
Parece haberse concebido como un entretenimiento de humor/acción sin pretensiones, sin moralinas, narrada de forma ágil. Aunque resulta demasiado previsible y muy poco creíble, en conjunto no llega a aburrir.
La premisa de partida resulta interesante pero está flojamente desarrollada y enfocada, dando lugar a un película escapista que imita a otras similares: “Atómica”, “Anna”…
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