Dirección: Daniel Benmayor.
Intérpretes: Carlos Scholz, María Pedraza, Pedro Alonso, Óscar Jaenada.
Con guión de Daniel Benmayor e Iván Ledesma (“Xtremo”).
Sinopsis
Ian (Carlos Scholz) es un joven con poderes psíquicos, capaz de proyectar ilusiones en mentes ajenas, que vive en un barco con su padre alcohólico, Vicente (Pedro Alonso). Un día descubre que es un perceptor, producto de un experimento, y que es perseguido por una misteriosa organización, liderada por Adriana (Lela Loren), y por otro perceptor (Óscar Jaenada). Al mismo tiempo intenta descubrir la verdad de su pasado.
Crítica
Thriller de ciencia-ficción y acción que sitúa a la clásica figura del elegido, aquí con poder extrasensorial, para combatir una organización criminal, siendo él una especie de cobaya ignorante de su raíz y destino, consecuencia de un experimento desde esa misma organización y víctima de un misterio con desarreglo identitario.
La trama es suficientemente compleja, a veces confusa, dentro de tópicos de resistencia y combate contra un poder con ánimo de control distópico que da lugar a artimañas de percepción, imaginería con bruscas variantes de tempo y secuencias de acción con artes marciales. Estas últimas, con fenomenales coreografías, conforman lo mejor de una película iniciada con fondo musical del “The Wanderer” de Dion. Más tarde sonará Bob Marley.
Película con subrayados y motivos poco originales, entre ellos la venganza, pero válida como entretenimiento de género.
Se conoce también como:
“La Realidad Es Una Ilusión”
“Conciencia”
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