Dirección: S. J. Carlson.
Intérpretes: Dakota Johnson, Sidney Sweeney, Isabela Merced, Celeste O’Connor.
Con guión de S. J. Clarkson (“Infieles”), Claire Parker (“Anatomía De Un Escándalo”), Matt Sazama (“Power Rangers”) y Burk Sharpless (“Morbius”).
Sinopsis
Año 1973. Una mujer, Constance Web (Kerry Bishé), fallece cuando a a luz en el Perú amazónico a una niña tras ser traicionada por un colaborador, Ezekiel Sims (Tahar Rahim), cuando ambos buscaban una extraña especie de araña.
Año 2003. Nueva York. Esa niña es ahora Cassandra Webb (Dakota Johnson), una paramédica que descubre que tiene un don para ver el futuro. Por su parte, Sims sueña que tres jóvenes con poderes de araña (Sidney Sweeney, Isabela Merced y Celeste O’Connor) le atacan y le matan. Intentará encontrarlas antes de que obtengan esos poderes. Cassandra ayudará a las jóvenes a protegerse de Sims.
Crítica
Película dentro del universo Spiderman que no es más que una introducción de personajes de nulo atractivo, con una trama simplona de escasa acción, que cuando aparece no deja de ser un barullo caóticamente montado (no falta la cámara lenta).
Se inicia en los años 70 y en la selva amazónica. Un descubrimiento, una traición y un parto.
Treinta años después el traidor es el villano y la hija la heroína confusa por visiones de futuro y en proceso de identidad con aclaración de su pasado y asunción de responsabilidades. A estos dos se les suman tres “adolescentes” (con edades de post-universitarias) que manejan tópicos de familia para crear congojas varias y se unen en una ligazón previsible abierta a secuelas.
Nada redime la pobreza de la historia. Las interpretaciones, con esos personajes, poco pueden brillar. Le falta humor, ritmo, estilo y motivos de empaque. Los efectos son baratos y encima el clímax resulta pomposo.
Una de las peores películas Marvel.
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