MR. ARKADIN (1955)
Dirección: Orson Welles.
Intérpretes: Orson Welles, Michael Redgrave, Akim Tamiroff, Robert Arden.
Gregory Arkadin (Orson Welles) es un millonario que padece amnesia y requiere una investigación sobre su propio pasado. Con él vive su hija Raina (Paola Mori), quien se enamorará de un aventurero llamado Guy Van Stratten (Robert Arden).
Tras su forzada salida de los Estados Unidos, Orson Welles, recaló su
humanidad en la vieja Europa, y muy especialmente en la, a sus ojos,
particular España. Aquí es donde realizaría su primera película en el
exilio, “Mr. Arkadin”, y aquí es donde terminó afincándose la mayor
parte de su tiempo.
El filme, se desenvuelve dentro del aire policiaco con el que ya había
experimentado en trabajos anteriores. No obstante, vuelve a posar su
ácida critica en los plutócratas, y sus corrompidas carreras hacia el
poder. Como le ocurriera al viejo Kane, la añoranza de una felicidad
nunca encontrada, marcará la descabellada huida hacia el absurdo. En el
caso de Arkadin, esa infelicidad se concreta, en el amor imposible de su
única hija, a la que no podrá evitar dejar sumida en un mundo de soledad
y frustración.
Ésta, quizás sea la película más floja de su corta filmografía. Rodada
en un país pobre, como la España de los cincuenta, donde el presupuesto,
por muchos milagros que hiciera el productor, nunca llegaría al de
cualquier película de serie B en Hollywood.
El oficio de Welles, tratará continuamente de suplir sus acostumbrados
platós cargados de barroquismo, con escenarios típicos del país
–soportales, castillos, procesiones,…– , o con la profusa utilización
de las ópticas, con las que buscará enfáticos encuadres. Aun así, se
alternan visiblemente, los excelentes planos del Welles de siempre, con
una perfecta utilización de la luz, creando sus personales atmósferas
expresionistas, con otros en la que la fotografía resulta de lo más simple.
Tampoco la narración resulta brillante, aunque la trama pudiera haber
sido de interés. Lejos de la Hayworth, de Cotten, etc., el hilo
conductor se vuelve confuso y poco entretenido.
Así pues, la primera película fuera de Hollywood, tampoco iba a mejorar
sus últimas producciones americanas, definitivamente marginado ya del
gran circuito.
Angel Lapresta
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