• Por Antonio Méndez

temples-volcano-discosCrítica

No solo desde Australia la neopsicodellia basada en la lisergia 60’s ofrece buenos discos.
En Gran Bretaña destacan los Temples, banda que debutó con el estupendo “Sun Structure” (2014).
Su segunda entrega, “Volcano”, es otro álbum notable, con melodías magníficas, arreglos imaginativos que tanto se invaden de ácido como crean escenarios oníricos, variantes de tempo de clave psicoprogresiva, voces letárgicas, estructuras ambiciosas pero equilibradas…

El single “Certainty” es la apertura.
Un pop psicodélico que tanto debe a la psicodelia 60’s británica, pensemos en el Billy Nicholls de Immediate, en Idle Race, en Tomorrow… como al sunshine pop estadounidense tipo Curt Boettcher o al posterior sonido Madchester… esta noche el puente crece y me traslada al otro lado, olas, arenas… mundo mágico-circense para un memorable corte de denso sonido psicopop, con uso del moog y preguntas trascendentales… quiero saber qué certezas hay en mi vida, qué hay de cierto en la luz…

Siempre igual, el futuro es un juego mortal, algún día, pronto, no habrá por lo que reír… ¿nos divertimos ahora?…
En “All Join In” la intro simula un corte tipo tecno industrial a lo Depeche Mode, antes de una evolución psicodelia orquestal-espacial con ritmo de marcha glam que vincula, con buen empleo de los sintetizadores, a Syd Barrett con los Moody Blues progresivos.

temples-volcano-fotos-grupo“I Wanna Be Your Mirror” es una delicia pop psicobarroca… ser espejos, sin reflexión, sin fin… serán para los que podemos ver…
Evoca bailes en un entorno medieval o renacentista con fuzz y sonidos circulares.
Pegadiza melodía y arreglos excelentes, para una composición prog rock que gustaría a Boettcher para sus proyectos Sagittarius o Millennium.

Una guitarra acústica comienza “Oh! The Saviour”, corte con un hombre místico, solitario, que va a donde le lleva al ritmo, que se dirige a donde el sol no brilla, en busca de paraísos.
Es una balada que podría cantar el Marc Bolan pre- T. Rex, el David Bowie en su disco debut de 1967, o Syd Barrett en los primeros pasos de Pink Floyd.

“Born Into The Sunset” es bailable, pegadiza, tan exuberante como sofisticada.
Lisergia con toques funk… nací en la puesta del sol, allí estabas tú… todas las noches caminaré hasta que salga el sol…

La balada “How Would You Like To Go” es un space rock atmosférico, un ambient espacial con extraños yendo y viniendo, con dudas de futuro… ¿cómo quieres ir? ¿quieres saberlo? ¿te gustaría? todo irá bien…

“Open Air” es un dinámico psicogaraje con fuzz y ritmo cercano al “Lust For Life” de Iggy Pop.
Más interesante es “In My Pocket”… me gustaría meterte en mi bolsillo, todos los días, y mirar las nubes…
Cruce entre Marc Bolan y el sunshine pop con gente vacía que mira a las nubes y espera el amor.

El concepto de preciosismo pop de los Temples se ejemplifica en “Celebration”, otro destello lisérgico con cuidados arreglos estilo Gary Usher o Boettcher.

En “Mystery Of Pop” celebran la música como evasión… quiero flotar… agarrar el aire… mover el pie… en una pieza vivaz, alegre, con un maravilloso riff de sintetizador flauta, ritmo Motown, cita a Bowie, y mezcla entre el glam, el pop de ABBA y la psicodelia.

Más influencia glam rock en “Roman Godlike Man”, un tema que también tiene resonancias del “David Watts” de los Kinks con voz lennoniana.

“Volcano” termina con “Strange Or Be Forgotten”, pieza menor dentro del disco en la que critican el recurso de la extrañeza como trascendencia artística, el ir de “rarito”, celebrando el ser fiel a uno mismo al margen del éxito comercial.. si la fama es una ilusión…
Muy buen disco lisérgico.

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