El grupo británico The Deviants (llamado en su origen The Social Deviants) debutó en formato LP con “Ptooff!” (1967), un trabajo autofinanciado (por la banda y un amigo rico) de psicodelia experimental y garage rock que es el más importante de su discografía, y que en sus primeras ediciones fue vendido exclusivamente por correo.
La banda estaba liderada por el cantante y teclista Mick Farren, quien se hizo acompañar por el guitarrista Sid Bishop, el bajista Cord Rees y el batería Russell Hunter. Steve Sparkes ayudó en la producción, junto a Jonathan Weber, además de meter risitas y demás ruidos.
El disco se abre con “Opening”. Dura unos segundos, introduce el álbum, “¡great”, aplausos y ya está… Y a esto le ponen título, ay, ay, ay.
La primera canción seria es “I’m Coming Home”, composición de Bishop, Farren y Hunter. Es una balada blues rock con la voz desdeñosa típica del rock garajero. El tema incrementa el tempo en un efecto de pesadumbre con sonido sucio, obsesivo, proto-punk, distorsionado, monótono… Gran corte lisérgico-garajero de intensidad creciente, caos sónico noise precursor de Stooges o MC5.
Otro estupendo corte, muy distinto al anterior, es “Child Of The Sky”, dulce balada acústica, melódica, con flauta y voz doblada. Estupenda.
“Charlie”, escrita por Bishop y Farren, conjunta diversos sonidos en medio tiempo con base blues-boogie rock.
“Nothing Man” es un relleno experimental con mezcla africana, robótico-electrónica, claqué, psicodelia, coros religiosos…
“Garbage” recuerda a los Fugs o a Frank Zappa con un tramo R&B a lo Bo Diddley. Es un buen tema humorístico, una oda ácida-punk con vómitos y arcadas a la basura… la basura te puede hacer sentir muy bien. ¿Por qué no lo sientes?
El disco termina con el intrascendente instrumental “Bun”, compuesto por el bajista Rees, y con “Deviation Street”, delirio psicoexperimental a lo Mothers Of Invention del citado Zappa de nueve minutos muy propio de la época; a ratos sugestivo, a ratos gratuito.