Dirección: Chad Stahelski.
Intérpretes: Keanu Reeves, Ian McShane, Halle Berry, Laurence Fishburne.
Con guión de Marc Abrams, Chris Collins, Shay Hatten y Derek Kolstad (“John Wick: Otro Día Para Matar”, “John Wick: Pacto De Sangre”).
Sinopsis
Nueva York.
John Wick (Keanu Reeves) ha sido excomunicado y su cabeza vale 14 millones de dólares. Asesinos de distinta naturaleza buscarán a Wick para darle muerte.
Crítica
Tercera entrega de “John Wick” y lo de siempre en esta serie, las mismas pautas de zurrarse con saña y sadismo con un antihéroe pulp como protagonista.
La historia de persecución es una excusa para dos horas de constante violencia en un ambiente multicultural y distintos escenarios, sea una biblioteca o una caballeriza.
La hipérbole de las acciones repetitivas, entre el cómic, el humor negro, el gore y el videojuego arcade, lleva al film a un ambiente lluvioso en tonos azules de fantasía violenta, casi de parodia, con la vida de un asesino convertida en un maratón paranoico de amenazas, de peligros.
Tal violencia se queda en la superficie de la estética, ya que emocionalmente son personajes bastante planos a pesar de las ínfulas y las poses, lo que convierte su acción en un espectáculo rutinario y excesivo de “uno contra todos”.
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