Dirección: Goran Stolevski.
Intérpretes: Sara Klimoska, Anamaria Marinca, Noomi Rapace, Felix Maritaud.
Con guión de Goran Stolevski.
Sinopsis
Macedonia, siglo XIX.
Una bruja de rostro quemado, María (Anamaria Marinca), quiere la sangre de una niña recién nacida llamada Nevena (Sara Klimoska). Sin embargo, su madre le pide que la deje vivir con ella hasta los dieciséis años.
La bruja acepta y la madre esconde a la niña, muda por un hechizo de María, en una cueva.
Cuando cumple los dieciséis años, la bruja aparece, mata a la madre y transforma a la adolescente en una bruja.
Crítica
La historia de brujas en el rural con raíz de leyenda popular ya fue tratada con acierto por Robert Eggers en “La Bruja”, una película que lanzó la carrera de Anya Taylor-Joy.
El debut en largometraje de Goran Stolesvki utiliza elementos similares para, con un enfoque de poético documental, encadenar episodios de invasión de cuerpos como medio de aprendizaje y experimentación de emociones, sensaciones, costumbres.
Narrada en tempo lento y con lirismo a lo Terrence Malick, cuidando el aspecto visual con un sesudo trato de cámara en un entorno natural, la película es una enredadera esteticista, cíclica, hasta cierto punto original, sobre las peripecias de una joven bruja en monólogo interior.
Es un cuento fantástico válido, más en la creación de atmósferas y ambientes que en el hilvanado de una historia de interés.
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