El padre maltratador de la veinteañera Lily Bloom ha muerto.
Lily, que ha abierto una floristería en Boston, conoce en esos momentos a Ryle Kincaid, un atractivo estudiante de neurocirugía con el que inicia una relación.
Todo va bien para la pareja hasta que aparece en su vida un antiguo amor, Atlas Corrigan, y Ryle comienza a mostrar su verdadero carácter.
Crítica
Todo un fenómeno comercial el de Colleen Hoover en su país, los Estados Unidos, en especial con esta historia de romance y maltrato doméstico.
La novela, dividida en dos partes, está escrita de forma muy sencilla, adolescente, alternando la primera persona en tiempo presente y, entre la epístola y el diario, unas cartas a Ellen DeGeneres que sirven para introducir un primer amor dentro de la relación presente y una confesión de situaciones de violencia entre sus padres, algo que marca su vida y su actitud hacia sus parejas.
La protagonista, Lily, es una joven florista que se enamora (de forma muy rápida, instantánea, previsible) y se engancha al seductor Ryle Kincaid, al principio, como un telefilm de sobremesa, todo un caballero atractivo, educado, encantador, sexy…; más tarde, mostrando su lado oscuro en la convivencia y como vértice de un triángulo amoroso.
Todo ello sirve a la autora para recalcar en la novela el tema del maltrato utilizando caracteres demasiado simples, estereotipos amoroso-sexuales sin complejidad, componentes de un proceso muy superficial, muy esquemático, sobre los asuntos abordados.