• Por Antonio Méndez

pink-floyd-atom-heart-mother-album-review-criticaCrítica

“Atom Heart Mother” fue el quinto disco en estudio de Pink Floyd, la banda británica que grabó este álbum en Abbey Road con Norman Smith colaborando en la producción y Alan Parsons como ingeniero de sonido.

La cara A del vinilo, editada en Harvest Records, está ocupada totalmente por la pieza instrumental homónima, un corte de rock progresivo con una duración de más de 23 minutos, quizá el más extenso de la carrera del grupo.
Es una suite dividida en seis partes tituladas “Father’s Shout”, “Breast Milky”, “Mother Fore”, “Funky Dong”, “Mind Your Throats Please” y “Remergence”.
Nunca aburre, pues hay muchas variantes de estilo y tempo, mayoritariamente pausado y con una atmósfera de melancolía, sin que caiga en la repetición ni el onanismo instrumental.
Escuchamos partes sinfónicas con arreglos orquestales de Ron Geesin, distintos teclados, coros con voces espectrales, punteos blues, uso de la slide, toques funk, violines, tramos space rock, remedos del “Sgt. Peppers” de los Beatles
Un ejemplo válido del sonido psicoprogresivo de este ambicioso período lisérgico y experimental.

La cara B del LP, con mucha vaca y campo en sus fotografías, es más convencional, casi siempre con una expresión frágil, melancólica.
Los cuatro componentes componen y cantan cuatro canciones lentas de base acústica.




pink-floyd-fotos-discografia-critica-1970Roger Waters es el autor de “If”.
… si fuese buena persona hablaría contigo más de lo que lo hago…
… si me vuelvo loco, ¿podré unirme al juego?…
Es una pieza desnuda y melódica de folk bucólico, parece que inspirada en Syd Barrett, con Gilmour aportando sonidos de slide y Richard Wright en el órgano y piano.
Se reitera demasiado.

Wright compone y canta “Summer 68”, una historia de groupies.
… mañana otra ciudad, otra chica como tú…
Es un corte destacado con piano y un progreso interesante en medio tiempo con arreglos que tanto nos llevan al “Village Green Preservation Society” de los Kinks como al “Penny Lane” de los Beatles o a las voces del sunshine pop estilo The Turtles.




David Gilmour, con voz laxa a lo Ray Davies en “Waterloo Sunset”, interpreta y escribe la delicada “Fat Old Sun”, pieza notable de folk psicodélico.
Campanas, steel guitar y estampas tranquilas de domingo de verano.
Los niños ríen. Se escuchan pájaros. Todo está relajado.
Fade out sobre el solo guitarrero en el outro.

“Atom Heart Mother” termina con otro instrumental, “Alan’s Psychedelic Breakfast”, una pieza psicoexperimental de 13 minutos centrada en el desayuno del roadie Alan Styles.
Gotea el agua.
Arrastra las zapatillas.
Le gusta la mermelada, los huevos revueltos.
Eso sí… en plan irónico… todo macrobiótico y hippiesco.
Piano clásico y orientaloide, punteos blues, una guitarra similar al “Dear Prudence” de los Fab Four, efectos varios, órgano estilo Procol Harum… lluvia, vuelve el goteo.
Jam prog-lisérgica.
Entre la tontería y lo sugestivo.

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