• Por Antonio Méndez

pink floyd a saucerful of secrets disco album review coverCrítica

Tras sorprender a medio mundo con “The Piper At The Gates of Dawn”, el grupo británico Pink Floyd publicó su segundo LP bajo dos importantes premisas: el derrumbe psicológico de su primer líder Syd Barrett y la entrada del guitarrista David Gilmour.

Ambos compartieron trabajo en las diferentes piezas del álbum, aunque Barrett en mucha menor medida por su lamentable estado psíquico.

La combinación hipnótica entre un poderoso bajo, los cimbales y el órgano es el inicio del estupendo tema de Roger Waters “Let There Be More Light”, corte que continúa en el desarrollo del space rock de naturaleza psicodélica y comunicación pseudomística que fascina no solamente por la cósmica interactuación instrumental, sino también por la susurrante y misteriosa factura vocal en armonía de Waters y Wright, contrapuestos con la pujanza de Gilmour.




“Remember A Day” es una de las cumbres del álbum.
Compuesta por Rick Wright en la época del “Piper…”, cuenta con una sideral, lacrimógena guitarra de Barrett y un melancólico piano del propio Wright, quien centra su relato en recuerdos de la niñez.
Excelente tema.

pink-floyd-saucerful-of-secrets-album-review-1968“Set The Controls For The Heart Of The Sun” exhibe el poderío, la densidad de texturas que Waters puede desarrollar en su escritura, excelente a nivel vocal (de nuevo utilizando el susurro como vía de transmisión casi espiritual), mística en su esencia lírica, fascinante en su reiteración mantra.

Maravillosa pieza continuada por “Corporal Clegg”, admirable tema antibélico acometido con sarcasmo.
La sátira está adornada por ardientes guitarras, un festivo kazoo, armonías sulfuradas con co-participación vocal de Gilmour y Barrett.




“A Saucerful Of Secrets” es un largo collage instrumental compuesto de cuatro segmentos: Something Else, Syncopated Pandemonium, Storm Signal y Celestial Voices.
Puede provocar diferentes efectos: o dormitar profundamente al oyente o que éste quede fascinado ante la escucha de sus heterogéneos desarrollos atmosféricas y experimentales.

La verdad es que las emociones y sensaciones ofertadas en el paisaje sónico de la pieza cuenta con tránsitos de calado impresionable, en especial “Syncopated Pandemonium”, con el letárgico golpeo de Nick Mason ante la quimera espacial de sus colegas.




“See-Saw” es un reposado tema con ritmo vals que vuelve a recuperar el mundo de la infancia, descansando en una bella imaginería y un tempo ensoñador, adormilado, que contrasta con el instrumental anterior.

“Jugband Blues” es la canción que cierra de este infravalorado album y el último tema de Barrett para Pink Floyd.
Estremecedor visión a su propia enfermedad y destino personal en una pieza en la que Pink Floyd, con Mason tocando el kazoo, estuvieron acompañados por varios miembros del Ejército de Salvación en la sección de metal.

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